martes, 10 de mayo de 2011

Madrid. Las 1001 cañas

Bueno amigos, esto que aquí empieza es la crónica de un intenso viernes de 'tour' cervecero en la capital de España y alrededores previo a la Convención de CELCE. La jornada se iniciaba a las 17.30 en la céntrica y siempre aconsejable Plaza de Sta Ana y en uno de esos lugares recomendables, 'Naturbier' Allí, el 'quinteto' de la birra, integrado por Mikel, Edu i Jose Luis 'el Maño', procedentes de Barcelona, más un servidor llegado de Valencia y el anfitrión local José, se decantó por la rubia y la oscura ('dunkles'). Me parecieron correctas ambas.


El plan principal del día era una cata y cena con las producciones de Calvin's Beer pero para hacer tiempo dirigimos primero nuestros pasos hacia otra cervecería artesana también en la misma zona aunque después rectificamos para proceder a la caza de posavasos en 'The Variety Tavern' en la calle Huertas, donde cayó una Pilsner Urquell de barril fácilmente olvidable.

Ya con las baterías cargadas nos dirigimos (después de innumerables transbordos) hacia la localidad de Pozuelo donde tiene su base en forma de brewery-pub 'Calvin's Beer' (también tienes una sucursal en Alicante). Nos esperaba una degustación de sus 4 cervezas (2 de barril y 2 embotelladas) más cena (20 €). Lamentablemente no estaba el responsable de la birra, Carlos, con lo cual las explicaciones fueron más bien escasas y como veréis... sorprendentes.

Empezamos por la rubia de barril, que por su turbidez, frescura y sobretodo sabor nos pareció que si bien no podía ser considerada plenamente una cerveza de trigo, almenos este cereal debía estar en buena proporción entre sus ingredientes.... No lo pudimos aclarar pues la respuesta del amable chico que nos atendió fué: 'No, no es de trigo, es de malta' (para que luego hablemos de lo de la 'Cultura cervecera'). Llegados a este punto, pedimos la segunda, la tostada, también de barril y que realmente no acabó de convencernos
La tercera de la noche era otra rubia aunque embotellada y si bien recordaba mucho a la primera (la presunta 'weisse') y no descartamos que pudiera ser la misma, aparentemente presentaba un mayor cuerpo aunque nos inclinamos todos por el sabor de la otra. Con los postres llegó la Stout, realmente rica y muy interesante. La comida acompañó muy bien a las cervezas y la gentileza del personal es de destacar. Al final nos fuimos de allí con las mochilas cargadas de posavasos y también vasos personalizados.De nuevo en la 'capi', nos dirigimos a la zona de Bilbao, donde se concentran gran cantidad de cervecerías, si bien el público acostumbra a ser bastante joven y el volumen de los locales, en algunos casos, atronador. En un bar cuyo nombre no recuerdo y cuya foto (junto a otras más) acabo de descubrir que ha desaparecido, optamos por degustar la Brabante de barril, en este caso la de trigo, bastante buena. Llegaba el momento de entrar en uno de esos templos cerveceros, 'L'Europe', 8 grifos, mayoritariamente belgas y unas 150 referencias en botella, algunas de ellas fuera de carta como mi elección, una Traquair Jacobite Ale, de 8º, que desconocía y que me resultó deliciosa, con notas florales intensas. Un auténtico descubrimiento. Además me llevé una Anchor Christmas Ale 2010 para casa. En la misma acera encontramos 'Oldenburg', una pequeña esquina que ostenta un récord Guinness por tener la mayor cantidad de objetos y publicidad cervecera en una pequeña pared. Como el diminuto local estaba repleto nos dirigimos a su hermana mayor, de mismo nombre, que dispone de más de 200 referencias en botella y 8 grifos, con predominio de nuevo del material belga, aunque uno de ellos siempre va alternando. En este caso y mientras mis compañeros seguían optando por el barril, yo me dejé llevar ya por la locura y escogí la 'Dulle Teve' (Perra loca) de De Dolle, que con sus 10º y siendo ya la hora que era... pues ideal!!!


Como somos insaciables, procedimos a entrar en un local denominado 'La casa de la cerveza', donde caímos desanimados pues duele encontrar un sitio con 25, sí, ni más ni menos que 25 cervezas de barril y a la vez estar poblado de púberes danzando como locos bajo un desquiciante 'chumba chumba' que hacían desaconsejable seguir allí.
Con el rabo entre piernas decidimos dar por finiquitada la noche de nuevo ya en el centro, cerca del hostal con la artesana que nos quedaba pendiente... 'Magister'... por lo que comentaban ya no es lo que era.
De todos modos tampoco recuerdo demasiado que tomé allí... Eran las 2 de la mañana y había que madrugar... tocaba la convención de coleccionistas... Uff!!!!

3 comentarios:

  1. Jajaja! Que bueno... Una pena perderse juergas como esas...

    Madrid de momento me sonaba a chino (alguna que otra referencia pero muy vaga) y gracias al pelotón de avanzadilla "xufil" puede que quede más cerca esa visitilla...

    La Tracquair impresionante! A mi me encantó cuando la probé.

    Y la cervecería esa con el techo pintado tipo cielo, chulísima!!!

    Mañana nos vemos y cuentas más detalles, ok? Un abraç, crack!

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  2. Pues la verdad es que la capital siempre vale la pena cerveceramente hablando ni que sea por tomarse una caña de Mahou servida como debe ser, pero aparte de eso ya ves que el panorama cervecero es amplio y más que lo debe ser!!!

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